viernes, 22 de febrero de 2013

TURNEDO

Desde aquí, desde mi torre
veo invernalia vacía,
yo lo estaba hace unos días,
ahora está llena de humo
y tú ahí sigues con tres ojos
volando y paseando,
como una tarde de julio,
pero con frío y nevando
¿se puede saber que esperas?
¿qué te siga y me la pegue?
¿qué te vea y que tengamos un sueño verde?
La luna, tú y yo expectantes,
a que pase algún cometa
o baje un dragón llameante.

Invernalia se quema y quema
y desde mi torre grito
que aunque piense en correr
que aunque piense en volar
el maestre recomienda
que no me quite mi capa
que no esté ya más contigo
y no puedo negarme
pues el maestre es Luwin,
estudié mientras volabas
y aún repaso los pergaminos
uno a uno, cada día.

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto,
me lo dicen en las justas,
es algo que llevas dentro,
que no dejas que se caigan,
sólo quieres que vuelen,
y publicas que no tuve ni valor para intentarlo,
yo rompí todas tus plumas,
tú no dejas de picotearme,
¿quién no tiene el valor para volar?
¿quién no tiene el valor para volar?
¿quién no tiene el valor para volar?
¿quién prefiere tirarse y caer?
Tirarse y caer.

martes, 5 de febrero de 2013

EL TULLIDO DEL MURO

Ahora escucha la historia de mi vida,
y de como una caída cambio mi movida
sin comerlo ni beberlo llegué a ser
el tullido de un lugar llamado el Muro.

Al norte en Invernalia, crecía y vivía
sin hacer mucho caso a mi madre Tully,
Escalaba torres sin cansarme demasiado
porque por las noches estudiaba pergaminos.
Cierto día escalando una torre con mi huargo,
unos Lannisters guarros me metieron en un lío,
Y mi madre me decía una y otra vez,
¡Con Jojen y Meera irás al Muro!

Llamé a Hodor, cuando se acercó
su molona altura me fascinó,
quería conocer la clase de aventuras
que me espera en el Muro con aire congelante.

A las siete llegué a aquel Muro,
y me bajé de Hodor que olía a cabra
Estaba en el Muro y la cosa cambiaba,
manos frías me esperaba y el tullido llegaba.